"ideas, solo ideas"

Editorial del Ing.Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 29 febrero de 2020

No hay perspectiva a largo plazo si se castiga a los sectores exportadores. Foto: JUAN JOSE GARCIA

En enero, el flamante (por entonces) ministro de Economía Martín Guzmán sorprendió con una convocatoria pública a que le enviaran ideas para manejar el tema de la deuda. Dejó una dirección de mail y se me ocurrió escribirle. Como no tuve acuso de recibo, me pareció pertinente darla a conocer a través del newsletter de Clarín Rural, que sale los martes y reciben miles de suscriptores. Y a resumirla poco después en la habitual columna de los sábados.

Lo que yo le proponía al ministro es que el campo podría hacerse cargo de la deuda con el FMI, que actualmente asciende a 44.000 millones de dólares pero falta recibir un tramo de 5.000. La idea era crear un mecanismo diferente al actual de las retenciones, respetando la necesidad de mantener la recaudación sin afectar la ecuación productiva, en la inteligencia de que no hay perspectiva a largo plazo si se castiga a los sectores exportadores.

El mecanismo consistía en eliminar los derechos de exportación y sustituirlos por un pago por el “derecho a producir”. El monto: 5.000 millones de dólares por año, un monto que sale de un cálculo no muy preciso pero tampoco muy arbitrario sobre la capacidad de “ahorro prestable” del sector agroindustrial. En diez años terminamos con el FMI.

Funcionaría parecido a las retenciones. Para lograr el permiso de embarque, el exportador debía depositar el 20 % del valor a embarcar, a cambio de lo cual recibía un bono a diez años, con una pequeña tasa de interés y en dólares. Al comprar la mercadería, el exportador pagaría 80% cash y 20% con el bono. Este podría aplicarse a diferentes destinos o negociarse en el mercado secundario.La idea era convertir la actual exacción en un préstamo forzoso. El productor recibiría “precio lleno”, aunque una parte en bonos. El Estado necesita recursos y en el corto plazo no habría sacrificio fiscal. Es como que, en lugar de pedirle a los bonistas y al FMI, o a los bancos locales o la Anses, se le pida a quienes tienen todavía cierta capacidad de ahorro. Dentro de las cosas que se podrían hacer con el bono, es financiar parte de las inversiones de valor agregado, maquinaria, riego, etc. desencadenando esas “políticas activas” que tanto seducen al poder.A la luz de lo que viene pasando, creo que nadie de Economía le prestó atención. Pero sí recibí innumerables comentarios (a favor y en contra) de los lectores. Todos coincidieron en algo: este gobierno no la iba a tomar. Es más fácil seguir con las retenciones. Igual vale la pena seguir el hilo.

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