"También llega la ganadería circular"

  • Imprimir

Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 17 diciembre de 2016

Si se dan las condiciones que se plantearon en la reunión del Consorcio ABC, que reúne a los principales exportadores de carne vacuna, con el presidente Mauricio Macri, la ganadería tendrá su oportunidad. Los mercados están.

  

Y también la tecnología. Voy a evocarla.

  

A la par de lo que ocurrió con la agricultura, la ganadería también tuvo su revolución tecnológica. De lo contrario, no hubiera sido posible que le cediera 10 millones de hectáreas a la siembra de cultivos, manteniendo el stock.

  

Este aumento de productividad se concentró en la fase del engorde, donde las invernadas tradicionales dieron lugar a la terminación a corral. Nos llena de orgullo haber sido protagonistas de este enorme salto productivo, cuando hace 25 años trajimos a las páginas de Clarín Rural toda suerte de ideas y propuestas para acompañar e impulsarlo.

  

Recuerdo que uno de los pioneros, el gran Oscar Palacio, transformó su feedlot Don Casimiro en Las Flores a partir de un artículo que hicimos sobre el modelo que proponía la Universidad de Purdue. Lo atribulaban los problemas de piso y barro en esos campos bajos del Salado.

  

Palacio lo fue a ver, y recalculó… Hoy las lomadas hechas con enormes palas permiten un drenaje natural, las lomas en cada corral aseguran piso seco para el descanso del ganado. Fue el espejo en el que se miraron muchos, sus sucesores se convirtieron en diseñadores y expertos en el manejo del barro.

Algunos técnicos de renombre cuestionaron entonces esta línea editorial. Pero la realidad siempre se subleva, dice Jorge Castro. Se le perdió el miedo al encierre, el feedlot llegó para quedarse. Fue además la forma de capitalizar el avance de la agricultura, transformando el maíz y el sorgo en carne. En diez años, se hizo lo que la ganadería norteamericana había hecho a principios del siglo XX. Todo llega.

  

Y ahora está llegando una nueva oleada de soluciones y oportunidades. La más impactante, sin duda, es la incorporación de los co-productos de la fermentación del maíz (y el sorgo). Empezó con la hez de malta de las cerveceras. Se sumó el gluten feed provisto por las empresas que elaboran jarabe de fructosa a través de la molienda húmeda del maíz.

  

Con el inicio de la producción de etanol en gran escala, apareció la burlanda, un alimento muy económico que aporta proteína y algo de fibra. Las fórmulas que mandan hoy son las que combinan en proporciones adecuadas al maíz (fuente de energía) con la burlanda, que sustituye otras fuentes proteicas más caras (harinas de extracción de oleaginosas).

  

Como el proceso de secado es muy costoso, lo ideal es el uso de la burlanda húmeda. Al igual que en los Estados Unidos, los feedlots (y tambos) localizados cerca de las plantas de etanol cuentan con ventajas competitivas.

  

Eso está ocurriendo. Tanto, que también empieza a hablarse de la integración en un mismo lugar de un complejo etanol/feedlot. Uno de los premios que otorgó el jurado del Premio Ternium Expoagro, fue precisamente a una propuesta de este tipo.

  

Hace diez años, en una gira con cabañeros argentinos por Nebraska, visitamos la operación de E3Génesis, de la cual dimos cuenta en estas páginas. Integraba en el mismo lugar el engorde de 30.000 novillos, con una planta de etanol. Pero E3G había dado un paso más: los animales estaban bajo techo y sobre piso de cemento ranurado (slatted floor), lo que permitía recoger la bosta.

  

Esta se enviaba a un biodigestor, donde en mezcla con el “thing tillage” (residuo de la destilación del maíz) producía biogás en un biodigestor. El biogás proveía la energía para destilar el mosto. El líquido residual del biodigestor iba al campo como fertilizante.

  

Economía circular. Alimento más energía. Control ambiental. Es la ganadería que viene. Ajústense los cinturones, vamos a despegar.