"Entre el Malba e Indianápolis" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 14 Junio 2014

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Dos eventos marcaron el pulso de la semana: el encuentro organizado por Clarin en el Malba, el primero de una serie destinada a repensar la Argentina para los tiempos que vienen; y el segundo, el FEW de Indianapolis, donde se proyecto el futuro del etanol, que es como decir el futuro de la agricultura global.

En el Malba no falto nadie, salvo el que suscribe…porque eso de que no se puede tocar la campana y estar en la procesion. Me toco dar una charla sobre etanol de biomasa frente a los lideres de la agricultura global, justo el dia del encuentro del Malba. Hay un comun denominador entre ambos eventos: el sector agorindustrial como motor de la economia. No es casual.

Hace pocos dias, en los Estados Unidos se dio por finalizada la profunda crisis economica iniciada en 2008. La recesion provoco una sensible caida del empleo, que se arrastro hasta abril. Ahora la situacion se revirtio, pero en el FEW se destaco que el unico sector de la economia norteamericana que habia seguido generando empleo fue el del etanol, el biocombustible que se obtiene a partir de la fermetacion del maiz.

En el mismo 2008, se desencadeno la absurda guerra del gobierno contra el campo. Resultado: el kirchnerismo derrotado organiza una insolita venganza, castigando al agro y a los medios que relataron las peripecias del sector, en particular Clarin. La consecuencia del experimento K, que consistio en poner el pie en la puerta giratoria de una historia en la que todos ganaban, fue el freno del sector mas dinamico y competitivo de la economia y la sociedad.

El martes, una imponente presencia de politicos y empresarios remarcaron que la agroindustria se ha convertido en el eje del nuevo pensamiento nacional. Hay una energia contenida, que se va acumulando y se desplegara, inexorablemente, a partir de un ciclo que se extingue a fecha fija.

El mismo dia, en Indianapolis, el presidente de la National Corn Growers Association mostraba, en una impeccable presentacion, que la cadena Americana del maiz se habia convertido en una fuente inagotable de actividad en la nueva era de la “bioeconomia”. En los Estados Unidos, donde el shale gas ya es una realidad, se pone el acento en la necesidad de compensar las emisiones de dioxido de carbono, la mayor amenaza ambiental que padece la humanidad. El presidente Barack Obama anuncio esta misma semana el establecimiento de un programa para reducir las emisiones de CO2 un 30% para el 2030, tomando como anio base el 2005. Es mas ambicioso que el Protocolo de Kyoto, con lo que le cierran la boca a los “progresistas” que acusaban a los EEUU por su falta de compromiso con el tema.

Un grupo de argentinos, productores agropecuarios asociados para levantar la primera plata de etanol de maiz en Rio Cuarto, tomaba conciencia de la dimension del camino emprendido. Poderosas organizaciones, como Dupont, Poet, Abengoa, Novozimes, se desvivieron por hacer contacto para ofrecerles colaboracion para incrementar la eficiencia, la escala e incluso, incursionar en la interesante estrategia del etanol celulosico. Es el que produce el biocombustible a partir de los residuos de cosecha o de otras fuentes de biomasa. Tuvimos la oportunidad de acompanar a este grupo en la visita a la primera planta de este tipo, en Iowa, donde se convierten en etanol los marlos y la chala del maiz. Es el future, y ahi estuvimos.

Es la fotosintesis. La Argentina se ha convertido en el pais mas eficiente del mundo en eso de capturar la energia solar y convertirla en almidon, aceite y proteinas vegetales. A partir de ello, hay una cascada infinita de agregacion adicional de valor. Pero el punto de partida es el valor agregado en la produccion de granos. La energia solar, capturada por plantas mejoradas en los laboratorios geneticos, sembradas con precision por sembradoras desarrolladas en el pais que mas avanzo en la idea de la siembra directa. Semillas inoculadas con cultivos bacterianos que permiten tomar nutrientes criticos, como el nitrogeno, del aire. Equipos para aplicar defensivos agricolas con enorme eficiencia, bajisimo costo y evitando la compactacion de los suelos. Manejo cuidadoso del suelo y los rastrojos.

Sobre esa base, en el downstream se monto la mas poderosa agroindustria de transformacion, desde la harina de soja hasta el biodiesel y ahora el etanol.

Soplan vientos de cambio. Faltan pocos meses para salir de un largo y absurdo letargo. En la Argentina lo saben todos. En el mundo, se exhiben la oportunidades. Como dijo alguna fabrica de zapatillas, Just do It.