"Uruguay muestra la senda" por Jorge Castro en Clarín Rural del 11 octubre 2014

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El notable desarrollo forestal uruguayo, con sus industrias asociadas, adelanta lo que puede suceder en la Argentina, en donde la velocidad de crecimiento de las plantaciones es la primera del mundo, por encima de Uruguay y Chile.

 

Este año se inauguró en Conchillas, al lado de Colonia, la segunda planta pastera-papelera del Uruguay (Montes del Plata), una inversión de U$S 2.400 millones, con una capacidad de producción de 2 millones de toneladas por año y un consumo de 4 millones de toneladas de madera, con capitales de un consorcio sueco/finlandés/chileno.

El presidente José Mujica comenzó las negociaciones para establecer una nueva planta, ubicada en la frontera con Brasil, en el cruce de los departamentos de Tacuarembó/Cerro Largo/Durazno.

El objetivo es convertir a Uruguay en uno de los centros de la industria papelera-pastera del mundo, con cinco plantas en 2030.

Uruguay es el país de América Latina que ha recibido más inversión extranjera directa en los últimos 10 años, en relación a la población y el producto. La tasa de inversión era 11% del PBI en 2000 y ascendió a 22% en 2013; y tenía 31.000 hectáreas de tierras forestadas en 1988, 84.000 en 1998, y trepó a 900.000 en 2013.

Este despliegue del plantado forestal coincide en relación de causalidad con el auge de la extracción de madera (3 millones de metros cúbicos en 2000, y 10 millones en 2013). Dos tercios son maderas no coníferas, destinadas a la producción de celulosa.

A partir de 2009 comenzó a crecer la extracción del pino, a medida que se desarrollaba la producción de tableros de madera, arrastrada por el alza de la industria de la construcción.

La actividad forestal está profundamente concentrada: 64% de los bosques con destino industrial corresponden a empresas con superficies plantadas por más de 1.000 hectáreas; y 40% están en manos de compañías transnacionales.

La balanza comercial del complejo forestal es ampliamente superavitaria (más 70% a partir de 2007); y el principal destino de las exportaciones es el sudeste asiático (China en primer lugar). La celulosa es el mayor producto exportado (U$S 1.000 millones anuales), con destino a Finlandia y China. La producción forestal crece 4,8% por año, y la industria 7%.

Uruguay es uno de los países del mundo más dotados para la producción forestal. Está ubicado en la misma latitud que Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Argentina y Chile, donde se encuentran instaladas la mayoría de los grandes emprendimientos forestales del hemisferio sur.

El área más favorable para la actividad forestal se encuentra en la región sudeste, con epicentro en Montevideo (4 millones de hectáreas).

Allí se encuentran sus mayores ventajas comparativas, sobre todo para la plantación de eucaliptus, principal insumo en la producción de pulpa de papel. Se trata de los departamentos de Lavalleja, Rocha y Maldonado.

El notable desarrollo forestal/industrial de Uruguay adelanta lo que puede ocurrir en igual sector de la Argentina.

Los bosques argentinos cubren 33 millones de hectáreas; y la velocidad de crecimiento de las plantaciones del Litoral (Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Delta, etc.) es la primera del mundo, por encima de la chilena y uruguaya.

La Argentina podría atraer 3 y 4 veces la inversión extranjera directa de las compañías transnacionales que ha recibido Uruguay en los últimos 10 años. La Banda Oriental adelanta la Argentina posible.